Estos días, aunque estemos con teletrabajo, hagamos deporte, tengamos citas de aplausos/caceroladas/vermuts/videoconferencia a casi todas horas, aprendamos a cocinar, limpiemos como si el fin del mundo fuera a ser regido por Míster Proper... Lo que tenemos es tiempo para pensar. ¡Y ojo! Esto puede ser bueno y puede no serlo tanto.
Evitemos entrar en pensamientos catastrofistas que son paridos de la sobreinformación. Truco: infórmate sólo una vez al día. En la tele sigue habiendo canales donde sólo reforman casas, subastan viejuras y hay niños asesinos. Son nuestro flotador ahora. ¡Como si nos enganchados a Supervivientes!.
Evitemos reabrir heridas emocionales que ya estaban con nosotros. Nada de hacer listas de personas con las que reconciliarse, con las que tomar cafés pendientes o con las que quedar a bailar un tango. Sí puede ser un buen momento, para analizar quién está a tu lado a pesar de la cuarentena, sobre quién te interesas y poner realidad en tus relaciones.
Evitemos juzgar y superjuzgar a los que piensan distinto. Hay mucha guerra política, porque intentamos remar todos hacia el mismo lado, pero, como siempre, nos puede la boca. Cuidado con dejarse llevar por la ira y la colera. Esto sólo nos agotará más.
Evitemos agobiarnos. Esto es muy normal. Practicar la paciencia y sobre todo ser realistas... ¿Añoras cosas que antes ni hacías? Si siempre te pasabas el día metido en casa... No sufras. Volverás a ser libre para decidir no salir.
Evitemos caer en pensamientos pesimistas. Esto no es el fin del mundo. Es una mierda, sí; pero no es el final. Quizás los que somos creyentes en algo, este punto lo tenemos un poco más claro. Si eres de estos, conéctate a rezar o a ir a misa.
Evitemos dormir la mañana, ver en exceso la tele y engancharnos a todas las series de Netflix. Hazte una rutina. Levántate a una hora de humano responsable, haz todas las comidas, lee, estudia (hay cursos online hasta gratis), un tiempo de deporte y de relajación (yoga, meditación guiada... YouTube es tu aliado), dibuja/cose/escribe/compón/cocina/escribe cartas al hospital, limpia la casa, descanso y a dormir. Los días siguen teniendo las mismas horas que antes.
Sé creativo, y si no lo eres, mira cualquier vídeo o PDF que hay rodando por ahí con ideas para la cuarentena.
Sé creativo, y si no lo eres, mira cualquier vídeo o PDF que hay rodando por ahí con ideas para la cuarentena.
Y sobre todo, apóyate en los demás. Habla, pregunta, explica, llora, ríe... Nadie está solo. Esto es lo mejor de la cuarentena. Aprovéchate de ello (hay hasta psicólogos que se ofrecen por si alguien lo necesita), que cuando volvamos a nuestras vidas individualistas, se acabó esto de pensar en los demás.
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